pesar de que Biblia pertenece en nuestra lengua al número singular, esta obra la componen un conjunto de setenta y tres libros; de hecho Biblia es un término griego que significa libros y que ha pasado prácticamente sin cambios a la mayoría de las lenguas modernas.

No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No los adorarás ni los servirás; porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta {generación} de los que me aborrecen, y muestro misericordia a millares, a los que me aman y “dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado. Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.” Juan 2:16-17. Como vemos, el carácter santo de Dios, contempla aquel celo inherente, que se levanta y se manifiesta a veces estruendosamente. celo 1. m. Cuidado, esmero, interés que alguien pone al hacer algo: celo profesional. Excitación sexual de ciertos animales en el periodo propicio para el apareamiento. Ese periodo: no puedo sacar a pasear a la perra porque está en celo. pl. Sospecha o inquietud ante la posibilidad de que la persona amada nos reste atención en favor de otra. Los identificó con los extremistas que provocaron la guerra con Roma el 66 d.C. y dio a entender que la rivalidad interna que debilitó la defensa de Jerusalén y finalmente contribuyó a la caída de la ciudad en 70 d.C., era parcialmente atribuible a ellos. CELOS según la Biblia: La palabra griega «zelos» viene de una raíz que significa «estar caliente, entrar en ebullición»; traduce bien la palabra hebrea «Quin-ah», cuya raíz designa el rojo que sale al rostro de un hombre apasionado. Esto contribuye al hecho de que el inicio de la depresión es inevitable. El trabajo voluntario en estas pinturas aumenta su celo por la vida misma. Pueden sentir que algunos roles que han quedado atrás en algún momento de sus vidas, son parte de su rutina y que principalmente, las personas o cosas dependen de ellos. En la Biblia encontramos este tipo de celo tipificado en el Seol, ver (Cantares 8:6), así encontramos también que indica que el Seol nunca "se saciará", ver (Proverbios 30:15-16) mostrándonos de esta forma que los celos enfermizos nunca se saciarán y siempre encontraran un motivo para mantenerse encendidos.

La manera en que es usada en Éxodo 20:5 para describir a Dios, es muy diferente al uso que se le da para describir el pecado de los celos (Gálatas 5:20). Cuando usamos la palabra “celoso,” la utilizamos en el sentido de estar envidiosos de alguien que tiene algo que nosotros no tenemos.

Jeremías, que procedía de una familia sacerdotal del campo, acabó su vida en el exilio de Egipto, condenando a la Reina del Cielo. Pues bien, Ezequiel, de una familia de la alta nobleza sacerdotal de Jerusalén, había sido deportado ya a Babilonia hacia el año 597 a.C., antes de la Gran Destrucción (587 a.C.) y desde el exilio condenó la idolatría de Jerusalén y anunció su caída Celo apostólico Son las almas, las que han de constituir la ilusión y la idea fija de vuestro apostolado Por: Mensajes :-) | Fuente: Catholic.net

El concepto de celo puede emplearse de diversas maneras. El celo puede ser el esfuerzo, el desvelo o el cuidado que una persona dedica a una acción o a una actividad. Por ejemplo: “Guardé este libro con celo durante más de medio siglo”, “Mi padre cuida su coche con mucho celo: nunca me lo prestaría”, “No tiene sentido que limpies con tanto celo si tienes dos perros en la casa”.

2. El celo cristiano. Los seguidores de Jesús van a verse expuestos a los ataques del celo judío, que quiere exterminarlos Act 5,17 13,45 17,5; los mismos celos auténticamente religiosos, pero poco iluminados Rom 10,2, animaban a Saulo cuando perseguía a la Iglesia de Dios Flp 3,6 Gal 1,14 Act 22,3. El contexto determina el sentido de las palabras hebreas que suelen traducirse en la Biblia “celoso”, “celo” o “celos”, y en ocasiones “envidia”. Lo mismo sucede con la palabra griega para “celos”, “celo”, aunque en griego existe una palabra distinta para “envidia”: fthó·nos. La Biblia nos dice que estemos contentos con lo que tenemos, porque Dios nunca nos desamparará ni nos dejará (Hebreos 13:5). A fin de combatir esto, necesitamos hacernos más como Jesús y menos como nosotros mismos. Podemos llegar a conocerlo a través del estudio de la Biblia, la oración y el compañerismo con creyentes maduros.